El reverendo británico John Stott, murió a los noventa años. Siendo uno los pensadores cristianos más influyentes del siglo XX,
El clérigo anglicano Stott jugó un papel crucial en la reactivación del evangelismo en el Reino Unido, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando había perdido casi toda su influencia.
El evangelista estadounidense Billy Graham dijo que el movimiento había perdido uno de sus mayores portavoces.
John Stott será recordado por explicar las complejidades de la teología a la gente común, es como si hubiese una necesidad de que gente como él se queden por más tiempo. "Su gran influencia en el cristianismo, en Inglaterra, América y alrededor del mundo fue posible porque consideraba en tiempos de oración lo que Dios quería que hiciese (y que no hiciese), y luego se enfocaba en esas cosas (disciplinándose a sí mismo para no hacer otras)."
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