¿Un Wimbledon testigo de la mejor rivalidad en la historia del deporte?


No le servirá de consuelo a Andy Murray haber sido testigo desde dentro de la cancha de la que podría decirse es la mayor rivalidad en la historia del tenis: nuestra buena fortuna es la mala suerte del mejor tenista británico.
El exgolfista estadounidense Billy Casper recientemente tituló su autobiografía "The Big Three and Me" (Los tres grandes y yo): 30 años después de su retiro del tour de la PGA, a Casper todavía se lo define por los actos de otros. Y se trata de un hombre que ganó tres majors.

Si Murray hubiera nacido diez años antes, podría haber repetido la hazaña de Casper, pero conforme pasan los años crece un miedo de que nunca perforará la cortina de hierro que Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic han levantado en torno al tenis masculino.

Algunos británicos hinchas del tenis podrían tener problemas para aceptar esto, pero quizá deberían aprender a disfrutar el status quo: rivalidades múltiples como las que existen en este momento en el tenis rara vez ocurren en el deporte, lo que ayuda a explicar por qué ha sido acuñada la moderna palabra "trivalry" (algo así como triple rivalidad).

Federer, Nadal y Djokovic

Novak Djokovic, Roger Federer y Rafael Nadal 
 
Djokovic, Federer y Nadal: ¿la mejor rivalidad de la historia?
La victoria semanas atrás del español Rafael Nadal en Roland Garros significó que 28 de los últimos 29 Grand Slams fueron ganados por el temido trío. Y también han sido los finalistas en más de la mitad de esos torneos.

Si Murray es Casper, entonces Federer es Arnold Palmer: ganador de 15 Grand Slams entre 2003 y 2009, el maestro suizo, sin duda el más placentero de los tres desde el punto de vista estético, se impuso en "apenas" uno desde entonces.
Cuando los expertos lo habían catalogado como el tenista más grande de todos los tiempos, llegó Nadal. Y justo cuando pensaban que Nadal podría ser más grande que Federer, apareció Novak Djokovic. Ahora nadie sabe qué pensar.
Pero los números sólo cuentan una parte de la historia de cualquier gran rivalidad. Cuando estos tres hombres hayan colgado sus raquetas y la nueva generación esté blandiendo armas hechas de desconocidos materiales marcianos, el "cliente" promedio sólo va a recordar cuando Nadal derrotó a Federer en Wimbledon en 2008, cuando Federer derrotó a Djokovic en Roland Garros en 2011 o cuando Djokovic derrotó a Nadal en Melbourne en 2012.
Y quizá digan: ¿se acuerdan cuando Murray como por arte de magia hizo un milagro en Wimbledon en 2012 y derrotó a los tres? No podemos sino desearlo.

Antes del inicio de Wimbledon, tercer Grand Slam del año -que comienza este lunes en el sur de Londres-, BBC Deportes analiza otras rivalidades múltiples y se pregunta: ¿es Federer-Nadal-Djokovic lo mejor a lo que se puede aspirar?

Palmer, Player y Nicklaus - los "Tres grandes" del golf

Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Gary Player 
 
Arnold Palmer en el tee, junto a Gary Player (segundo desde la izq.) y Jack Nicklaus (tercero desde la der.).

Entre 1958 y 1970, Arnold Palmer, Gary Player y Jack Nicklaus se apuntaron 20 grandes y 22 segundos puestos. Un cóctel de carisma, escandaloso talento natural, profesionalismo y comercialización era el caso para "Los tres grandes".

Palmer, con su apariencia de estrella de cine y el enfoque aventurero hacia el juego, fue el primero en escena: ganó el Masters en 1958 y 29 torneos del tour de la PGA entre 1960 y 1963, incluidos cinco majors.

El hombre de la humilde Latrobe -en Pensilvania- fue la primera superestrella del deporte en televisión.

Player, el hombre de negro sudafricano, terminó segundo en el Abierto de Estados Unidos en 1958, ganó el Abierto Británico en 1959 y el Masters en 1961; un año después fue la única vez que los cuatro grandes quedaron en manos del ilustre triunvirato.

Cuando Nicklaus derrotó a Palmer en el desempate del Abierto estadounidense en 1962, consiguiendo el primero de sus 18 majors, Palmer aseguró: "Ahora que el muchacho grande está fuera de la jaula, mejor que todos corran a esconderse".

Palmer ganó su séptimo y último grande en Augusta en 1964 y uno podría decir que "Los tres grandes" se convirtieron en "Los dos grandes y medio". Player y Nicklaus atrajeron nuevos rivales pero esa intensa triple rivalidad está destinada a no repetirse nunca.

Hagler, Hearns, Leonard y Durán - los "Cuatro reyes" del boxeo

Sugar Ray Leonard y Marvin Hagler en 1987 
 
Sugar Ray Leonard y Marvin Hagler en 1987.

Ha habido un sinnúmero de grandes rivalidades en el boxeo (Robinson-LaMotta, Ali-Frazier, Holyfield-Bowe) pero por el drama sostenido, la enorme calidad y ferocidad y la majestuosidad de su narrativa, la rivalidad de casi una década de los "Cuatro reyes" del boxeo nunca será igualada.

La serie comenzó en junio de 1980 cuando Sugar Ray Leonard perdió su corona de peso medio con el panameño Roberto Durán: el joven estadounidense de los pósters superado por "Mano de piedra".

En la revancha, Durán, distraído por las tácticas similares a las de Ali de Leonard, sorprendió al mundo al retirarse en el octavo round. Al año siguiente, Leonard vino de atrás para ganar una conmovedora batalla contra Tommy Hearns, un combate que tuvo casi todo.

En 1983, Durán se redimió parcialmente al resistir toda la pelea ante el rey del peso medio Marvin Hagler, aunque Hearns noqueó a Durán en dos rounds un año después. Hagler y Hearns estuvieron cabeza a cabeza al año siguiente, y un sangriento Hagler detuvo a Hearns luego de tres de los más salvajes rounds en la historia del boxeo.

Hubo decepcionantes combates entre Leonard-Hearns y Leonard-Durán en 1989, pero la última verdadera gran pelea -de la que muchos consideran fue la última era dorada del boxeo- tuvo lugar en 1987, cuando Leonard, quien llevaba tres años inactivo, ocasionó al retiro de Hagler tras ganar en una controvertida decisión.

Prost, Piquet, Senna and Mansell - los mejores enemigos de la F1

Alain Prost y Ayrton Senna en 1993 
 
Alain Prost y Ayrton Senna en 1993.
Tres de los ochos pilotos que ganaron tres o más mundiales estaban activos en la década del ochenta.

Nelson Piquet, campeón mundial en 1981, 1983 y 1987, con aires de superioridad e impredecible, catalogó al combustible británico Nigel Mansell de "estúpido maleducado" y al también brasileño Ayrton Senna de "taxista de Sao Paulo".

Mansell, campeón en 1992 tras tres segundos puestos, sospechaba de todo el que lo rodeara.

Pero la rivalidad más feroz era entre Senna (campeón en 1988, 1990 y 1991) y el francés Alain Prost (campeón en 1985, 1986, 1989 y 1993): compañeros de equipo en McClaren, peleaban como perros. Cuando los separaron en 1990, y Prost se fue a Ferrari, la relación empeoró: el francés tildó a Senna de "hombre sin valor".

La temporada de 1986 fue un clásico a cuatro puntas. Los cuatro tenían posibilidades de aspirar a la corona de la Fórmula 1 a falta de tres carreras para el final.

Senna, quien conducía un coche inferior con Lotus, quedó fuera de la pelea cuando se quedó sin combustible en Portugal, mientras que un pobre desempeño de Mansell en México abrió la puerta para Prost y Piquet.

Previo a la última carrera, en Adelaida, Mansell llevaba una ventaja de seis puntos sobre Prost, siete sobre Piquet y se quedó con la pole position. Pero el inglés reventó un neumático en la vuelta 64 y Piquet fue llamado a los pits para una parada de precaución, lo que derivó en la victoria de Prost en el Gran Premio y su segundo título consecutivo.

fuente bbc

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