El agujero mas profundo o la entrada al infierno



Un viaje al centro de la tierra, esto no solo parece una alusión mas parece una novela... Siii como la de Julio Verne en la que cuenta como un científico y su sobrino encuentran un manuscrito que indica como llegar al fondo de la tierra, Paradicmatico la ciencielogia que puede atraparte en esta tendencia, pero al parecer este viaje no podría ser tan sencillo, ya que las grandes potencias iniciaron una carrera hacia esta aventura entendiendo que deseaban conocer la corteza terrestre y cuanto diferente tipos de materiales preciosos se podrían encontrar y por su puesto quien seria el primero en llegar.




las ruinas de un centro soviético de investigación científica abandonado, en la península de Kola en el circulo polar artico, en mitad del edificio desmoronado hay una tapa metálica pesada y oxidada incrustada en el piso de hormigón.



Está sellada con un anillo de pernos metálicos gruesos e igualmente oxidados.



"Según algunos, esta es la entrada al infierno"


 Pozo superprofundo de Kola

Este es el Kola Superdeep Borehole, el agujero artificial más profundo de la Tierra y el punto más hondo excavado por el hombre.


La perforación de 12,2 kilómetros es tan profunda que la gente del lugar jura que puedes escuchar los gritos de las almas torturadas del infierno.



Los soviéticos tardaron casi 20 años en taladrar esa distancia.


Pero la broca aún estaba a un tercio del camino entre la corteza de la tierra hasta el manto cuando el proyecto se detuvo en el caos de la Rusia post-soviética...


El pozo superprofundo de los soviéticos no es el único.



Durante la Guerra Fría, hubo una carrera de las superpotencias para perforar lo más profundo posible en la corteza terrestre, e incluso para alcanzar el manto del planeta mismo.




1970 hasta 1992) al noreste de la ex Unión Soviética, a unos diez kilómetros de la ciudad de Zapolyarny, en el marco del SG-3, un proyecto de prospección científica del gobierno soviético de la época para profundizar en la corteza terrestre e investigar la litosfera. Los científicos habían logrado penetrar con maquinaria a través de un tercio de la corteza continental báltica, cuyo grosor se calcula en 35 kilómetros, exponiendo a la luz rocas de 2.700 millones de años de antigüedad existentes en el fondo, y otros descubrimientos inesperados, como una gran cantidad de hidrógeno mezclado con el fango que fluía del agujero. El proyecto originalmente pretendía llegar a los 15 kms. de profundidad para analizar la naturaleza de la corteza terrestre, pero los trabajos se detuvieron debido a que la temperatura del fondo del pozo era mucho mayor a la estimada (180º en vez de los 100º que se esperaban).



La historia del “Pozo del Infierno” comenzó a ser desmentida por varios internautas que aseguraron que estaba llena de datos poco fiables, como la misma existencia del doctor Azzacov, personaje del cual no se tienen datos concretos. Además, la “prestigiosa revista” científica finlandesa “Ammenusastia”, al parecer, era en realidad una publicación mensual religiosa de la localidad finlandesa de Levasjoki, que recogió esta leyenda urbana que se fue transmitiendo de boca a boca, y que tuvo su origen, al parecer, en una carta escrita por un grupo de misioneros. Posteriormente, un profesor noruego llamado Åge Rendalen, disgustado con lo que consideraba la credulidad de las masas, confesó que había ayudado a exagerar la historia para ridiculizar al canal de noticias TBN. Rendalen declararía más tarde que el llamado pozo del infierno era “nada más que una leyenda urbana cristiana”. Sin embargo, no son pocos quienes aseguran hoy día que los trabajos en el superpozo de Kola no se detuvieron definitivamente porque las altas temperaturas hacía imposible trabajar a las brocas, sino porque las máquinas habían taladrado en realidad las puertas mismas del infierno



Son los japoneses los que quieren ahora tener una oportunidad.


"La perforación se inició en la época del Telón de Acero", dice Uli Harms, del Programa Internacional de Perforación Científica Continental, que siendo joven trabajó como científico en el pozo que construían los alemanes y que era rival del Kola Superdeep Borehole.


"Ciertamente hubo competencia entre nosotros. Una de las principales razones era que los rusos simplemente no querían compartir sus datos".



"Cuando los rusos comenzaron a perforar, afirmaron que habían encontrado agua libre, algo que la mayoría de científicos simplemente no creían", añade Harms. 


"Los científicos occidentales sabían que la corteza era tan densa a cinco kilómetros de profundidad que el agua no podía penetrar a través de ella", dice.


"El objetivo final del [nuevo] proyecto es obtener muestras reales del manto tal y como está en estos momentos", dice Sean Toczko, gerente de programas de la Agencia japonesa para Ciencias de la Tierra y el Mar.


"En lugares como Omán, puedes encontrar el manto cerca de la superficie, pero ese es el manto como era hace millones de años".


"Es la diferencia entre tener un dinosaurio vivo y el fósil de un hueso de dinosaurio", añade Toczko.


Si la Tierra es como una cebolla, llena de capas, la corteza viene a ser la delgada piel del planeta.


Tiene solo 40 km de espesor y después de ella está el manto profundo, de 2.900 kilómetros aproximadamente.


Tras esto, nos encontraríamos justo en el centro de la Tierra, en el núcleo.


Al igual que la carrera espacial, la carrera por explorar esta desconocida "frontera profunda" fue una demostración de ingeniería y de tecnología de vanguardia.


Los científicos llegaban a donde ningún humano había logrado llegar antes antes.


Tiene Algún Valor científico?


Las muestras de roca que estos pozos súper profundos podían proporcionar eran tan importantes para la ciencia como cualquier cosa que la NASA trajo de la luna.



La única diferencia fue que esta vez los estadounidenses no ganaron la carrera. De hecho, nadie lo hizo realmente.


Estados Unidos fue el país que encendió la mecha de la carrera por explorar la frontera profunda.


A finales de la década de los 50, la American Miscellaneous Society ideó el primer plan serio para penetrar en el manto.


La organización, convertida en un club para beber, era un grupo informal formado por los líderes de la comunidad científica estadounidense.


Su proyecto para perforar la corteza terrestre hasta el manto se llamó Proyecto Mohole.


Recibió ese nombre en honor a la discontinuidad de Mohorovičić, que separa la corteza del manto.


En lugar de perforar un hoyo muy, muy profundo, la expedición estadounidense decidió tomar un atajo a través del fondo del Océano Pacífico en Guadalupe, México.


La ventaja de perforar el fondo del océano es que la corteza de la Tierra es más delgada allí.


La desventaja es que las áreas más finas de la corteza suelen ser donde el océano está en su punto más profundo.


Los soviéticos comenzaron a perforar en el Círculo Polar Ártico en 1970.


Y finalmente, en 1990, el programa de Perforación Profunda Continental (KTB) de Alemania comenzó en Baviera llegando a perforar nueve kilómetros en total.


Al igual que con la misión a la Luna, el problema era que las tecnologías necesarias para el éxito de estas expediciones tenían que ser inventadas desde cero. 


Cuando en 1961 el Proyecto Mohole comenzó a perforar en el lecho marino, la tecnología que permite la perforación de petróleo y gas en aguas profundas aún no existía.


Nadie había inventado tecnologías que son ahora esenciales como el posicionamiento dinámico, que permite que un barco de perforación permanezca en su posición sobre el pozo.


En cambio, los ingenieros tuvieron que improvisar.


Instalaron un sistema de hélices a lo largo de los lados de su barco de perforación para mantenerlo estable sobre el agujero.


Uno de los mayores desafíos que enfrentaron los ingenieros alemanes fue la necesidad de perforar un agujero lo más vertical posible.


La solución que desarrollaron es ahora una tecnología estándar en los campos de petróleo y gas del mundo.


Razones para seguir las investigaciones...

  • El granito lo encontraron a 3 kilómetros más bajo que se suponía, mientras que el basalto no figuraba en ningún lado (lo que contradice a la teoría de que la Tierra representa ‘una tarta de capas’).
  • Otro descubrimiento se refería a las temperaturas. "Hasta los 4 kilómetros todo iba de acuerdo con la teoría, pero luego empezó un verdadero fin del mundo" cuenta David Guberman, director del Centro de Investigación Kólskaia Superprofunda. “Los cálculos teóricos decían que la temperatura del Escudo de Báltico seguiría siendo baja, pero a unos 5 kilómetros ya había superado los 700º C, y a los 12 kilómetros los 2.200º C, lo que era 1.000º C más de lo pronosticado).
  • Otro hallazgo inesperado también se debe al pozo: resulta que la vida en nuestro planeta empezó 1.500 millones de años antes de lo que se pensaba. Los investigadores encontraron microorganismos de 14 especies distintas, cuyos orígenes se remontaban a más de 2.800 millones de años. 
  • Aún más profundo, donde ya no hay rocas sedimentarias, apareció el metano en grandes concentraciones, lo que desmiente por completo la teoría del origen biológico de hidrocarburos como petróleo y gas.

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