Sueño... Sabes que Ocurre, mientras duermes...?

Sueño
nombre masculino
  1. 1.
    Estado de reposo en que se encuentra la persona o el animal que está durmiendo.
    "conciliar el sueño; perder el sueño; sueño ligero; sueño pesado; durante el sueño, sobre todo el nocturno, el cuerpo repone las energías necesarias"
  2. 2.
    Deseo o necesidad de dormir.
    "tener sueño; ayer me acosté tarde y hoy estoy muerto de sueño"


El sueño es uno de los aspectos más misteriosos del funcionamiento del cerebro. Como expresaba Bécquer de forma poética, cada día entramos en un mundo extraño, y pasamos en ese mundo un tercio de nuestra vida, y sin embargo conocemos muy poco en qué consiste o porqué se produce el sueño. Siempre se había pensado que el sueño era un estado de inactividad, en el que el cerebro dejaba de funcionar, posiblemente con la intención de descansar o recuperarse. Sin embargo, cuando se comenzaron a realizar los primeros registros del electroencefalograma durante el sueño se encontró que, lejos de estar inactivo, el cerebro seguía intensamente activo, por lo menos durante parte del sueño.






El sueño es un estado fisiológico de autorregulación y reposo uniforme de un organismo. En contraposición con el estado de vigilia —cuando el ser está despierto—, el sueño se caracteriza por los bajos niveles de actividad fisiológica (presión sanguínea, respiración) y por una respuesta menor ante estímulos externos.

El vocablo «sueño» (del latín somnus, que se conserva en los cultismos somnífero, somnoliento y sonámbulo) designa tanto el acto de dormir como el deseo de hacerlo (tener sueño). Metafóricamente, se afirma que una parte del cuerpo se le ha dormido a uno, cuando se pierde o reduce pasajeramente la sensibilidad en la misma (parestesia).

NO SE PUEDE RECORDAR EL MOMENTO DE DORMIRSE

Nunca recordamos el momento en que nos dormimos. El motivo es que en el momento de dormirse se produce amnesia, o perdida de la memoria, de los últimos minutos antes de ese momento. Probablemente sucede que las últimas memorias que todavía no se habían fijado se borran, algo parecido a lo que ocurre cuando en un ordenador se va la corriente, y lo que no se había guardado en el disco se pierde.



Hay personas que sufren lo que se denomina “apnea de sueño”, que consiste en que la respiración se detiene momentáneamente mientras están dormidas (apnea significa “falta de respiración”). Cuando dejan de respirar la sensación de asfixia hace que se despierten y vuelven a respirar. Habitualmente, se vuelven a dormir inmediatamente, de manera que todo el episodio se borra de la memoria y a la mañana siguiente no lo recuerdan. Estas personas, a veces se despiertan docenas de veces durante la noche, y sin embargo no tienen conciencia de ello y al día siguiente creen que han dormido de un tirón. Sin embargo, el tiempo total que han estado durmiendo ha sido menos de lo normal, por lo que se sienten somnolientos todo el día, y corren peligro de quedarse dormidos, por ejemplo mientras conducen un coche. De hecho, parece que un porcentaje considerable de los accidentes de tráfico se deben a trastornos en el sueño. Por eso es muy importante el dormir adecuadamente, todo el tiempo que sea necesario, y consultar al médico si nos despertamos con sensación de no haber descansado suficiente.


¿Qué es el Sueño?

El sueño es una parte integral de la vida cotidiana, una necesidad biológica que permite restablecer las funciones físicas y psicológicas esenciales para un pleno rendimiento.

El sueño ha sido y sigue siendo uno de los enigmas de la investigación científica, y aun a día de hoy, tenemos grandes dudas sobre él. De ser considerado un fenómeno pasivo en el que parecía no ocurrir aparentemente nada, se ha pasado a considerar a partir de la aparición de técnicas de medición de la actividad eléctrica cerebral, un estado de conciencia dinámico en que podemos llegar atener una actividad cerebral tan activa como en la vigilia y en el que ocurren grandes modificaciones del funcionamiento del organismo; cambios en la presión arterial, la frecuencia cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal, la secreción hormonal, entre otros.

Cada noche, mientras dormimos, pasamos por diferentes fases o estadios de sueño que se suceden con un patrón repetido a lo largo de cuatro a seis ciclos de sueño durante toda la noche. Todos estos estadios se incluyen en dos grandes fases de sueño, con grandes diferencias en cuanto a actividad muscular, cerebral y movimientos oculares:

¿Por qué tenemos que dormir?

De modo resumido podríamos decir que dormimos para poder estar despiertos por el día y que, precisamente porque estamos despiertos y activos durante el día necesitamos dormir. El sueño es una necesidad básica del organismo y su satisfacción nos permite la supervivencia. Todo lo que pasa en el cuerpo humano guarda un equilibrio, y si falla este equilibrio el organismo tratará por todos los medios de volver a recuperarlo. Gracias a los experimentos de privación de sueño se ha comprendido que cuando se elimina “completamente” la posibilidad de dormir en un organismo, sobreviene la muerte. Cuando se le priva de sueño temporalmente o parcialmente, es decir no se le deja dormir un día, o no se le permite tener alguna fase concreta de sueño, en el organismo se produce en respuesta un aumento de la fase que se ha anulado y de la necesidad de sueño en los días posteriores a dicha privación. Esto viene a confirmar que el organismo tratará por todos los medios de conservar su equilibrio recuperando aquello de lo que se le ha privado.

Estos mismos estudios han servido para acercarnos a la comprensión de las funciones del sueño y de sus diferentes fases. Aunque aun estamos muy lejos de obtener respuestas claras respecto a este fenómeno, parece que el sueño no REM tendría una función relacionada con la reparación de tejidos corporales y conservación y recuperación de energía, mientras que durante el sueño REM predominarían los procesos de reparación cerebral (reorganización neuronal, consolidación y almacenamiento de recuerdos relevantes y eliminación y olvido de los que no lo son). De este modo podríamos explicar que cuando un organismo está aprendiendo algo, aumente durante su sueño la fase REM (p.ej. los niños tienen mucho más REM que adultos y ancianos) y que por otro lado, cuando está sometido a un fuerte desgaste físico aumente la fase no REM
 (p. ej durante la práctica de ejercicio físico).

Una de las funciones más importantes del sueño es su contribución en la regulación de la temperatura corporal, funcionando como un termostato que mantiene la temperatura que el organismo necesita en cada momento en función de las actividades que se llevan a cabo en él para facilitar procesos metabólicos, hormonales, etc. Sin este importante termostato, el organismo moriría.

A medida que aumenta la supresión de sueño, vemos como se produce un claro deterioro en el funcionamiento diurno; se produce una disminución del rendimiento intelectual con dificultades de concentración y utilización de la memoria, así como de la capacidad de abstracción y razonamiento lógico. Disminuyen los reflejos produciendo un aumento del tiempo necesario para reaccionar a un estímulo, lo que puede favorecer el riesgo de accidentes de tráfico, domésticos y laborales. Aumenta la probabilidad de desarrollar trastornos psiquiátricos, ya que se producen alteraciones en el estado de ánimo aumentando los niveles de ansiedad e irritabilidad. La privación severa de sueño, puede precipitar la aparición de alucinaciones (confundiendo imágenes resultantes de la imaginación con la realidad), alteraciones neurológicas y ataques epilépticos.



¿SUEÑAN LOS GATOS CON RATONES?


Naturalmente, no podemos saber qué es lo que experimentan los animales cuando duermen, pero los animales (todos los mamíferos y aves) tienen fases de sueño REM que son semejantes a las que aparecen en humanos, por lo que podemos suponer que también tienen sueños.


Durante el sueño REM soñamos que nos hacemos cosas, nos movemos, corremos, etc, sin embargo esta actividad no la estamos realizando en realidad. Parece que la corteza realmente envía órdenes a los músculos para producir estos movimientos, pero durante la fase REM los músculos están paralizados y no obedecen estas órdenes, y esto impide que nos movamos durante el sueño.

Esta parálisis muscular durante el sueño REM se origina en un centro determinado del tronco del encéfalo. Si en un gato se lesiona este centro, la parálisis desaparece. Un gato con esa lesión es aparentemente normal, pero cuando está durmiendo y en la fase REM, el animal corre de un lado para otro como si persiguiera un ratón imaginario. Cabe suponer que está soñando que caza ratones, y que está realizando los movimientos de lo que está soñando.


¿Cuántas horas hay que dormir?

Las necesidades básicas de sueño para mantener las funciones y supervivencia del organismo se sitúan sobre una media de 4 o 5 horas de sueño cada 24 horas. El resto de horas que dormimos contribuyen a mejorar nuestro bienestar y mayor calidad de vida, estimando que en una media de 8,3 horas podría encontrarse el punto optimo de descanso. No obstante, es importante matizar que las necesidades tanto básicas como opcionales de sueño para conseguir un rendimiento y bienestar óptimo durante el día van a variar en cada persona, e incluso una misma persona no tiene las mismas necesidades en todos los momentos de su vida. Como hemos repetido, el organismo trata de mantener el equilibrio, y es precisamente esto lo que determina la necesidad de sueño de cada organismo en cada momento (cuanto más desgaste, mayor necesidad de sueño). Las horas necesarias de sueño son aquellas que nos permiten estar bien durante el día, sin sentir somnolencia hasta la noche siguiente.

¿No dormir suficiente acorta la vida?

La privación voluntaria crónica de sueño, produce cambios fisiológicos (metabólicos, hormonales, etc.) que pueden precipitar enfermedades físicas como la diabetes, o la hipertensión que disminuyen ostensiblemente la calidad de vida. No se ha podido verificar una relación clara entre falta crónica de sueño y la muerte (no sería ético llegar a este punto en la experimentación), pero si se apunta una relación entre falta de sueño y mayor incidencia de algunas enfermedades médicas (hormonales, cardiovasculares, inmunológicas, psiquiátricas, etc.).

Sueño de ondas lentas o sueño no REM:

Lo constituyen cuatro estadios, en los que se va profundizando progresivamente en el sueño (fases I, II, III y IV). La actividad cerebral, registrada mediante medición de las ondas cerebrales (electroencefalograma o EEG), muestra ondas cerebrales de alta frecuencia y baja amplitud (vigilia) que se van progresivamente transformando en ondas cada vez de menor frecuencia y mayor amplitud. El tono muscular va descendiendo, dejando nuestro cuerpo cada vez más relajado e inmóvil, así como el ritmo respiratorio y cardiaco y los lentos movimientos oculares del inicio del sueño desparecen por completo. La progresión de la fase I a la IV dura aproximadamente 90 minutos y comporta una profundización en el sueño que implica mayor aislamiento sensorial del entorno y por tanto mayores dificultades para despertar, que llegan al grado máximo en la fase IV.

Los cambios orgánicos que se producen en esta fase del sueño, han llevado a los científicos a apuntar su relación con la recuperación física del organismo (regeneración y recuperación de energía), concluyendo que la desaparición del sueño profundo puede desencadenar problemas médicos importantes (problemas de crecimiento, déficit hormonales, etc.).
Sueño MOR, REM o de los Movimientos Oculares Rápidos:

Aparece por primera vez aproximadamente a los 90 minutos de quedarnos dormidos. La actividad cerebral es rápida y de baja amplitud, pareciéndose más a la que presentamos en vigilia. Sin embargo, hay una importante diferencia respecto a la vigilia, y es que en este caso, la actividad no es provocada por estímulos externos percibidos a través de los sentidos, sino por los ensueños o sueños que tienen lugar en esta fase. Una de las cosas que caracteriza a esta fase del sueño es la pérdida del tono muscular, protegiéndonos así de lesionarnos o tener los problemas derivados de mover nuestro cuerpo en respuesta a los sueños. Esta fase del sueño también se caracteriza por la aparición de movimientos oculares rápidos.

A lo largo de la noche, este tipo de sueño se va alternando con las distintas fases del sueño no REM, aunque la mayor parte del sueño REM se produce al final de la noche. Por este motivo, cuánto más tarde nos levantamos más probabilidades tenemos de recordar los sueños, puesto que recordamos los sueños cuando nos despertamos a partir de esta fase. Los cambios que se producen en esta fase, han llevado a los científicos a apuntar la relación que puede tener el sueño REM con la consolidación y recuerdo de lo que aprendemos durante el día. El hecho de que la cantidad de sueño REM cambie a lo largo del ciclo vital, de modo que los bebes y niños tengan más sueño de este tipo que los adultos, y éstos que los ancianos, parece confirmar esta hipótesis, ya que participaría en funciones de reorganización neuronal y aprendizaje.


EL SONAMBULISMO

El sonambulismo o “caminar dormido” es un trastorno bastante frecuente. Podríamos pensar que los sonámbulos están poniendo en práctica lo que están soñando. En realidad, no es así. El sonambulismo no aparece en la fase REM, que es cuando se producen los sueños, sino durante el sueño lento. El sonámbulo no suele tener un comportamiento complicado, sino que camina por la habitación, y habitualmente vuelve a acostarse al cabo de un rato. Si se le despierta, suele mostrarse confuso y desorientado durante unos minutos, lo que se explica por la inactivación de la corteza que existe durante el sueño lento. Parecido al sonambulismo es la somniloquia, o hablar dormido. La somniloquia también se produce durante el sueño lento, por lo que el habla suele ser incoherente e incomprensible. Los que escuchan a alguien hablar dormido con la esperanza de descubrir algún secreto suelen verse defraudados. No se conoce la causa del sonambulismo o de la somniloquia.


Existe algún caso en que desaparece la parálisis que normalmente se produce durante la fase REM, y entonces el sujeto “pone en práctica” lo que está soñando. Esto sin embargo es distinto del sonambulismo propiamente dicho, y es mucho más raro. En estos casos el comportamiento suele ser más complejo, y puede ser potencialmente peligroso (puede soñar que está luchando con un león y atacar a la persona que tenga más cerca).

Fármacos que afectan al sueño

La mayoría de los fármacos que influyen en el sueño pueden clasificarse en una de dos categorías diferentes:
Hay una tercera categoría que cabría introducir, la de los fármacos que influyen sobre la ritmicidad circardiana, siendo el principal fármaco la melatonina.

Enfermedades del sueño


Apnea durante el sueño
Trastorno en que la persona deja de respirar durante 10s o más, en forma repetitiva, mientras está dormida, Lo más frecuente es que se deba a pérdida del tono en los músculos de la faringe, lo cual permite que ocurra el colapso de las vías respiratorias.

Insomnio
Dificultad para conciliar el sueño y quedarse dormido.

Narcolepsia
Estado en que no se puede inhibir el sueño REM durante los períodos de vigilia. En consecuencia, sobrevienen durante el día episodios de sueño involuntarios con duración de unos 15 minutos cada uno.


¿CÓMO DUERMEN LOS DELFINES?


El sueño parece una necesidad universal entre los animales superiores, al menos todos los mamíferos y aves duermen. Entonces podemos preguntarnos cómo hacen para dormir los animales marinos, como los delfines. Los delfines tienen que salir a la superficie para respirar, y lógicamente, podemos pensar que si un delfín se duerme se ahogaría. Pues bien, los delfines duermen con medio cerebro cada vez. Mientras un hemisferio cerebral esta dormido, el otro está despierto, al cabo de un tiempo se alternan y el hemisferio que estaba despierto pasa a estar dormido y viceversa. De esta manera los delfines (probablemente todos los mamíferos marinos) consiguen tener un periodo total de sueño equivalente al que tienen otras especies.

Cuando las neuronas de la corteza están analizando información cada neurona se activa independientemente de las demás, según la porción de información que esté procesando, y esto produce ondas pequeñas y rápidas (como en una reunión en que todas las personas están conversando, y en la que solo se oye un murmullo difuso y continuo). En cambio, cuando las neuronas no están  procesando información todas se ponen a oscilar de forma sincronizada, y producen las ondas lentas y de gran tamaño (como en un coro en que todos cantan a la par y el tono sube o baja siguiendo la melodía de la canción).


Etapas del sueño

Los niños pequeños deben dormir a intervalos varias veces en el día.

Los estados y fases del sueño humano se definen según los patrones característicos que se observan mediante el electroencefalograma (EEG), el electrooculograma (EOG, una medición de los movimientos oculares) y el electromiograma de superficie (EMG). El registro de estos parámetros electrofisiológicos para definir los estados de sueño y de vigilia se denomina polisomnografía.

Estos perfiles describen dos estados del sueño:

Sueño sin movimientos oculares rápidos (sueño no MOR o NMOR; NREM, en inglés). En el que se pueden diferenciar 4 fases:
La Fase I del NMOR (fase del sueño ligero) es la transición desde la vigilia al sueño; se reconoce por la desaparición del patrón regular α (alfa, de amplitud onda alta y regular) y por la instauración de un patrón de amplitud baja y de frecuencia mixta, predominantemente en el intervalo theta (2 a 7 Hz), con movimientos oculares lentos "en balancín".
La Fase II del NMOR se define por la aparición de complejos K y de husos de sueño superpuestos a una actividad de base similar a la del estado 1. Los complejos K son descargas lentas, negativas (hacia arriba) y de amplitud elevada que se continúan inmediatamente después por una deflexión positiva (hacia abajo). Los husos de sueño son descargas de alta frecuencia de corta duración que presentan una amplitud característica con subidas y bajadas. No hay actividad ocular y el EMG da un resultado similar al estado 1.
La Fase III del NMOR se caracteriza por ser un sueño con más del 20 por ciento (pero menos del 50 por ciento) de actividad delta de amplitud elevada (> 75 microV) (0,5 a 2 Hz). Los husos del sueño pueden persistir y sigue sin haber actividad ocular. La actividad del EMG permanece en un nivel reducido.
En la Fase IV del NMOR (la fase de mayor profundidad en el sueño), el patrón electroencefalográfico lento y de alto voltaje de la fase III comprende al menos el 50 por ciento del registro.

El conjunto formado por las fases III y IV del NMOR se denomina sueño de ondas lentas (SOL) o sueño delta o sueño profundo.

Sueño de movimientos oculares rápidos (MOR; REM, en inglés), o fase V del sueño, conocido también como sueño paradójico o sueño desincronizado o sueño D, que se caracteriza por un EEG de baja amplitud y de frecuencia mixta similar al de la fase I del NMOR. Se producen brotes de actividad más lenta (3 a 5 Hz) con deflexiones negativas superficiales ("ondas en diente de sierra") que se superponen con frecuencia a este patrón. El EOG da muestras de movimientos oculares rápidos similares a las que se observan cuando la persona permanece despierta y con los ojos abiertos. La actividad del EMG permanece ausente, un reflejo de la atonía muscular completa de la parálisis motora descendente característica de este estado. En esta etapa se presentan las ensoñaciones. Es habitual que se presenten de 4 a 6 periodos de sueño MOR durante la noche.


Fuente iis.es, .uam.es, wikipedia, youtube.

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